Historia de Vida. Una joven añatuyense tiene como hobby manejar camiones

Natalia Mansilla es una joven añatuyense que desde hace 7 años recorre las rutas del país a bordo de algún camión, más como un hobby que como un trabajo. Después reparte su vida entre su hija, la familia y el trabajo.

Desde los 24 años en que se subió por primera vez a un camión, Natalia no paro de hacer kilómetros conduciendo algún vehículo de gran porte. Hoy ya tiene 31 años y pasaron 7 años desde que un amigo la impulso a probar la adrenalina de conducir un camión.

“El primer camión q maneje fue de un amigo cordobés, era un Ford 1722 recuerdo, fue a la salida de un boliche. Él me dijo si sabes manejar vehículos vas a poder manejar un camión, y yo al principio no me animaba, pero me insistió tanto que le dije bueno, haber vamos a ver si puedo. No me explico nada sobre los cambios y me dijo hace de cuenta que es una camioneta, salí nomas. Agarre puse en primera y luego hice todos los cambios y le dije ¿esto era todo?” Se ríe Natalia mientras dialoga con Diario Panorama

“Él fue el culpable de que hoy a mí me gusten los camiones. Desde ese día hoy hace 7 años ya que manejo a la par de mi amigo Gustavo Peralta; con el viaje durante estos 7 años y hasta lo ayude a viajar y viajar. Un día le dije no vamos a parar hasta que te compres tu propio camión y así fue, hoy hace 8 meses que él se compró su propio camión” relata apasionada la joven.

“Por lo general voy a las canteras en Telares y también a algunos campos de la zona; me apasiona muchísimo es mi mayor hobby. Si me das a elegir un auto, camioneta o camión, obvio que me quedo con un camión” sigue con su alocución Natalia.

“No vivo de esto, me ofrecieron los dueños de tres empresas distintas de Santa Fe de darme un camión a mi cargo, pero meterme a manejar constante seria desaparecer de mi familia, es muy sacrificada la vida de un camionero”, cuenta Natalia.

Hasta hace poco Natalia trabajaba de secretaria de un ingeniero agrónomo, pero actualmente se encuentra desocupada y tiene una hija de 12 años a su cargo. Ella sostiene que trabajaría con un camión pero con viajes cortos ya que los ofrecimientos que tuvo eran par andar por toda la Argentina con cereales, pero eso la alejaría mucho de su familia y su hija.

Natalia aprendió a manejar a los 16 años con un Ford Falcon, y luce muy orgullosa su licencia de conducir de chofer profesional para cargas generales. Le restaría realizar el examen psicofísico para acreditarse a nivel nacional. Y mientras lo exhibe, nos cuenta que ama los camiones Scania, son mi debilidad sostiene. A bordo de uno de ellos realizó uno de sus viajes más largo, desde su Añatuya natal a San Miguel de Tucumán, ida y vuelta.

Cuenta Natalia que los camioneros hombres cuando la ven manejar le hacen bromas y le señalan que no es una mujer al volante sino un hombre al volante. “Manejo como un hombre según ellos, en general ellos son muy buenos conmigo, y por sobre todo lo que destaco, es que son muy respetuosos con las mujeres”. “Suelo comer con ellos al costado de los camiones, ¡¡¡me encanta eso!!!, esa comida tiene un sabor especial” agrega la joven.

“Mi familia no le gusta la idea de que maneje camiones, dicen que es cosa de hombres. Solo mi hija me apoya, a ella también le gusta y alguna vez la supe llevar a algunos viajes cuando era chiquita. Sé que no es común que a una mujer le guste tanto los camiones, por eso a mi familia le cuesta entender mi fanatismo. Subir al volante y ver todo grande el paisaje es lo que más me encanta, todos te miran y no lo pueden creer”, sostiene Natalia.

Natalia viaja cada vez que le presenta oportunidad, en el mes suelen ser cuatro viajes aproximadamente. “Por ahí tengo algunos “colegas”-como los llama ella a los demás camioneros- a los que les hago el aguante mientras vienen viajando para acá, para que no se duerman vienen hablando por teléfono conmigo y ahí surgen las oportunidades. Me dicen Naty no doy más necesito que me acompañes y bueno mucho no me tienen que rogar, rápido armo viaje” narra entusiasmada.

“Como soy muy devota de San Expedito con cada promesa que hago, realizo 300 estampitas, de las cuales por lo menos 250 camioneros ya la tienen. Las hago en nombre de ellos, detrás de cada estampita hay una frase que dice: “Protege en cada viaje a mis colegas camioneros. Naty Mans”. Me preocupa mucho que cada uno de ellos, llegue bien a destino, si hasta cuando me entero de algún accidente que tiene como protagonista algún camionero y es cerca, me llego por el lugar para brindar mi ayuda”, enfatiza Natalia, finalizando su increíble historia